Un  precioso libro de Guy Davenport (Objetos sobre una mesa. Desorden  armonioso en arte y literatura) nos avisó hace años que muy  posiblemente haya sido el daguerrotipo el que reinventó las  posibilidades de las naturalezas muertas. Las limitaciones de estas  cámaras obligaron a poetizar los estilos de observación hacia los  elementos que nos rodean. Recomiendo regresar una y otra vez a las obras  de Cecilia Lenardón (...): el menaje, el amor a  los diseños vintage, la impactante conexión de los colores, la estudiada  disposición de objetos que enrarece al azar, el mundo en sus propuestas  invariablemente resulta cercano. No necesitamos ver demasiado lejos,  sino permitirnos redescubrir las posibilidades de lo inmediato.
fragmento de "Del fotógrafo autor al aficionado que coquetea con la cámara digital:
proliferación de imágenes y estallido de formatos."
  Rafael Cipolini



